Coco era un niño con mucho pelo, todo el mundo se reía de él. Un día Coco encontró una pelusa, la llamó Joe. U día un hombre les dijo que se subieran al coche.
-No sé, ¿Subimos Joe?-dijo Coco- bzzz ( ¡Vale! ).
-Nuestro destino es la isla de los números.-Les dijo el desconocido.
XXX
Pe...pero aquí no hay nada-dijo Coco- Ya lo sé, es subterránea. De repente una puerta se abrió de la nada, un ocho salió de la puerta.
-Buenos días, que tal Osito Lulú- ejem, así me llaman. De pronto salieron unos unos. El coche se convirtió en un cero patatero.
De repente se oyó un ruido, ¡Era el volcán!
-¡AAHHH!- Los números se estaban suicidando. Joe dijo: (en castellano) ¡AKINE! Unos brazos salieron de Joe, lanzó una especie de meteoritos y se acabó el suicidio (y el suicidio).
-Gracias- dijo Osito- ya me puedo convertir en un... ¡Paparamericano!¡Paparamericano!
FIN
Máximo Domínguez
David Murillo
5ºB