Cumplía los setenta,
una vez más sola, en la mesa,
sin nadie a quien abrazar,
empezó a recordar.
Dijo una frase preciosa:
“En el jardín de mis recuerdos
había una flor que, otra vez sola,
aguardaba su dolor.
Lucía Carvajal 6ºB
Periódico escolar del CEIP Juan Ramón Jiménez de Tomares.