17 abr 2013
LA VIDA DE UN GUERRERO 2076. Era el planeta Crosmun gobernado por uno de los mejores gobernadores de la Vía Láctea. Pero ya se decía en las escrituras: Era el fin. Pero como en todas escrituras hay un final feliz, pero ese rayo de luz no llegaría hasta dentro de dos años. Era ya muy tarde sobre las dos de la madrugada, los humanos eran despreciados allí; una mujer española llamada Noelia vivía de la miseria. La madre, una mujer fuerte y noble, iba a dar a luz esa misma noche. Rompió aguas en un rincón de la zona “mala”, un crosmosiano llamado Rustik, le ayudó en el parto, pero al perder tantas fuerzas y sangre, perdió la vida al ver a su niño entre las manos. Sus últimas palabras fueron: Tom, Tom Galstric. No sabían porqué el niño hablaba,pero el crosmosiano se lo llevó a su casa y lo cuidó como su propio hijo, no tardaron ni tres semanas para que corriera la voz por aquello y pusieron precio a la cabeza del niño y de Rustik. No se lo pensaron dos veces, tenían que salir de allí como fuera. Eran ya las cuatro y cuarto de la tarde cuando unos soldados entraron en la morada, con tal de darles caza, salieron por la puerta de atrás y se subieron en la nave de Rustik. Uno de los soldados dio la alarma y salieron detrás suya. Un francotirador desde lo alto de un edificio disparó e hirió a Rustik en el hombro derecho. Tom miraba a su alrededor con los ojos abiertos como platos, todo eso era nuevo para él. Con un derrape lograron cruzar algunas calles hasta llegar al aeropuerto. Al solo verlos se formó un gran alboroto, con codazos y manotazos lograron llegar a una de las naves. Ya era demasiado tarde para que los guardias los pillaran; pero la herida del francotirador había hecho muchos destrozos. -¿Hace pupa?-preguntó el niño inocente-No es nada Tom- le intentaba consolar-cuando lleguemos a Marte, todo habrá acabado-¿Y mamá, mamá no viene?- mañana, mañana vendrá. Lo que pasa es que Rustik no le había dicho nada sobre su padre ni de su madre, al contrario, creía que estaban vivos. Llegaron después de tres horas y Tom se había quedado dormido. Sólo llegar fueron a la capital de Marte. Ese planeta era muy pacífico todos eran iguales, fueran como fueran.- Hola,- les saludó el gobernador de Marte- sean bienvenidos a Marte. Esa herida parece estar mal- no es nada- respondió Rustik, al instante chilló un gemido de dolor y se desplomó desangrado. El gobernador no tardó diez segundos en llamar a la ambulancia real para llevarlo al hospital. Tom se quedó con una cuidadora real en la sala de espera de la U.V.I. y después de dos largas y duras horas salió el doctor.- Me temo-empezó a decir, Tom ya sabía que no eran buenas noticias- que ha sufrido un ataque cardíaco y se ha desangrado, ha perdido muchísima sangre en el viaje y...- se detuvo un momento, cogió aire y acabó la frase- ha muerto. Un silencio total invadió la zona y Tom dijo con cara de tristeza- ¿Ha meto?- sí hijo, pero estará con sus parientes y sus seres queridos- le consoló- seguro que está contento. Tom que era habitualmente cuidado por Stephanie, ese día era acompañado porque tenía la fiebre amarilla, una enfermedad que te provoca mareo, fatiga y fiebre, por otro cuidador algo más viejo, con una cicatriz que le traspasaba toda la cara y él se llamaba Brutos. Pero Tom estaba algo más triste porque se día era el entierro de Rustik. Brutos no decía ni pío y eso le extrañaba mucho a Tom. Llegaron al parque y Brutos se fue hacia donde estaba el gobernador cogió de otra persona un maletín la abrió y allí había un rifle francotirador, le apuntó a la cabeza se disponía a disparar cuando de la nada apareció un hombre joven que sacó una espada y le cortó en dos el rifle a continuación le pegó una patada, le apuntó con la hoja de marfil en el cuello cuando alguien intervinió.- ¡Quieto! Muchacho insensato- respondió el ayudante del gobernador- No pasa nada, solo quería matar al gobernador, nada- baja esos humos- bajó la cabeza y se arrodilló besándole la mano- Lo siento, ¿Podría su “submajestad”?- eso le puso como una moto, pero se tranquilizó- quedas perdonado. Al pasar junto a Tom se agachó y le preguntó que hacía solo. Con gestos y miradas le señalo a Brutos. Vente conmigo, ese hombre es muy, pero que muy, malo. Lo cogió en brazos y se lo llevó a un piso abandonado. Allí habían tres personas de unos quince años.- Venga ya Edd- dijo el más alto- no nos traeras a un niño de dos años.- ¿Por qué no?- Edd era un chaval de unos catorce años, su padre era un guerrero de la corte de Marte- pues... porque somos un grupo de rebeldes- venga, Marga, Gary, Manu. Hemos hecho milagros que nadie podría hacer, y ahora no podemos tener un bebé- No, no y no- respondió con tono amenazador Manu. -¿Pero qué vamos hacer con él?- dejarlo donde estaba o sacrificarlo, tú eliges- le respondió Manu- venga ya, Gary ayudame- me lavo las manos- pues como sigas así se van a volver transparentes.- muy gracioso.- vale... cedo- muy bien, adiós- cuando se volvió Edd le enseño la lengua pero Marga le dijo que se fuera con un gesto de cabeza. Cuando estaban lo suficiente lejos Edd se volvió hacia el piso y metió por la puerta de atrás como si fuera invisible se metió hasta su cuarto y metió a Tom en un cajón. Se volvió a salir pero oyó a hablar a Manu con alguien por teléfono, Edd no le hizo caso pero cuando cruzó le escuchó decir: ochocientos pavos por la cabeza del niño. Claro que lo tengo. Mañana pues. Al oír aquello fue a hablar con sus compañeros y se lo contó, ellos claramente no le creyeron pero Gary sospechaba algo. Cuando todos se habían ido Gary retenió a Edd, le fue a confesar algo, pero cuando fue a hablar su rostro se quedó pálido y se cayó, se le notaba en la espalda una bala. Le tumbó y dijo:- Ellos, Edd, ellos- sí ellos, ¿Qué pasa con ellos?- ya no podía decir nada. Le dejó caer y le cerró los ojos.- No, mi padre y ahora esto en el mismo mes. Por la mañana no se hablaba, por la tragedia y sobre las diez; tiraron la puerta abajo un grupo de personas con ametralladoras entraron y dispararon sin ton ni son. A Marga en todo el costado y a Manu en la pierna, en la cabeza y en el hombre.- Ese no era el trato. Cuando fueron a matar a Edd y después a Tom, ninguno de los dos. Cuando cruzaron la puerta allí estaba Edd, y sacó el sable, lo abrió y dijo:- Os vengaré amigos, por la vida- acto seguido saltó hacia ellos, a uno le atravesó por el tronco y con una media vuelta le araño en el cuello; a otro, le chocó contra la pared y se quedó sin conocimiento. El último lo vio correr por la escalera al piso de arriba, cuando llegó no había nadie solo la ventana abierta. Sin pensárselo dos veces bajó y vio al mercenario cogiendo del pie a Tom, sacó la espada y se disponía a matarlo, cuando se miró la barriga y había un montón de sangre y se cayó. Ahí estaba Manu con una pistola y se cayó. Se acercó a Manu y él le dijo:- Lo siento, de todas maneras yo la he cagado- él expiró. Cogió a Tom y se lo llevó al aeropuerto.- Tu lugar es en la Tierra, Tom Galstric. Máximo Domínguez